Papá Querido
- Alan Ferrer
- 20 sept 2021
- 1 Min. de lectura
Cuanto lastima esta dura soledad,
sabiendo que no podré volver a ver
esos ojos sollozantes de dicha
al estar delante de ti Padre mío.
Esa felicidad que reflejaban tus ojos,
la alegría del alma que transmitías
al saber de mi pronta llegada; pero
esos ojos ya quedaron nublados
por la eternidad.
Cubriendo de tinieblas mi corazón
en medio de una tormenta infinita
desde aquel maldito amanecer,
en que una llamada destrozó
la mitad de mi corazón y alma.
Sabía que algún día iba a llegar
ese triste momento, más no sabía
que el dolor fuese tan inmenso
que con el pasar del tiempo
el corazón no cesa de morir.
A ti Papá querido estas humildes
líneas impregnadas de dolor,
escritas con sangre del corazón,
ojos borrosos de tanto lagrimear.
Te extraño mucho Papá …
Autor: Alan Roy Ferrer Avila.
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