Reflexión 4 - Mis Anhelos
- Alan Ferrer
- 24 may 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 29 sept 2020
A veces me pongo a pensar en como una sensación,
un sentimiento o un estado de ánimo puedan
hacer posible la comunicación entre los sentiemientos
que llevo dentro y las personas que tengan
la oportunidad de leer estas líneas.
Y deseando que mis manos puedan trascribir
las palabras adecuadas, ya que es la única forma
de traducir el mensaje que quiero dar a conocer.
Quisiera transmitir en cada ocasión sentimientos
como el amor pero todos sabemos que la vida
no solo es reír y cantar, y a diario sentimientos
como la tristeza, melancolía u otros
nos hacen sentir dolores que hieren en el alma
y dejan heridas profundas de sanar.
Aquellas heridas que nos hacen crecer en la vida,
pero que en el momento duelen cual daga venenosa
que atravieza nuestros sentimientos en busca
de borrar los maravillosos sentimientos que
habitan en nuestros corazones.
Emociones como la decepción amorosa son
las más frecuentes, en una vida donde gran parte
de las personas se obsesionan por buscar algo
que deslumbre los ojos sin ponerse a pensar
que las cosas que son eternas
son las que están en la mente y en el corazón.
Y en ocasiones nos damos cuenta tarde
de que hicimos la elección equivocada,
porque en esos momentos de nuestras vidas
aún no aprendiamos a ver y valorar
los sentimientos, el respeto y la comprensión.
Porque aquella persona será la que
nos acompañe en el largo camino de la vida
y con la que formaremos una familia.
Aquella familia que será la raíz del árbol
de una Sociedad nueva en pensamientos,
sentimientos y valores que harán posible
mejorar y sobretodo cambiar el rumbo
al cual se está encaminando la humanidad.
Esta humanidad que solo se preocupa en crear
cosas que no existen y que quizá puedan esperar
ver la luz del sol; en lugar de concentrarse en
conservar lo que aún existe y que poco a poco
el hombre va provocando la destrucción
de un mundo maravilloso.
Autor: Alan Roy Ferrer Avila.
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